Hidalgo Montoya - Cancionero de Asturias
Hidalgo Montoya - Cancionero de Asturias
Este cancionero suma a nuestra Colección “Folklore musical español” 160 canciones populares de Asturias. Muchas de ellas son para ser cantadas solamente. Otras, para cantar mientras se baila. Así, entre estas últimas, van canciones de baile de pandero, giraldillas, corrí-corrí, baile de los pollos, ringo-rango, xiringüelu, fandango y las danzas de San Juan y las de San Pedro.
Hacemos notar que la importancia de la letra en los temas de baile es independiente del propio baile, salvo en las canciones burlescas que unen el baile a la narración.
La canción asturiana es fundamentalmente lírica. La épica que no incluimos es importada de Castilla y aunque es un hecho importante que gracias a Asturias se hayan conservado viejos romances olvidados en Castilla y canciones paralelísticas medievales, no pertenece todo ello al alma asturiana y sí a la tendencia receptiva y de conservación, constante asturiana.
El alma asturiana vibra con toda su autenticidad en la canción cantada a solo. Con una economía de medios notable, musicalmente hablando, el cantor crea una canción lenta, serena y alegre. Sobre un tema cualquiera la recreación humana es personal, directa. Un fácil planteamiento conduce al centro de la trama, que singulariza el cantor con sus medios vocales hasta los melismas más personales. La canción se resuelve en el ensueño, en la sonrisa o en la ironía. Nunca en una tristeza sin salida.
Asturias es una idea plural y su canción, también. Y como aquella, la canción sueña, ríe o siente, en una fuerte serenidad arcaica.
En sus ilustraciones Adán Ferrer singulariza algunos ambientes de aquella hermosa tierra.
Ref.: 30007601
12,02 €
Hidalgo Montoya - Cancionero de Asturias
Este cancionero suma a nuestra Colección “Folklore musical español” 160 canciones populares de Asturias. Muchas de ellas son para ser cantadas solamente. Otras, para cantar mientras se baila. Así, entre estas últimas, van canciones de baile de pandero, giraldillas, corrí-corrí, baile de los pollos, ringo-rango, xiringüelu, fandango y las danzas de San Juan y las de San Pedro.
Hacemos notar que la importancia de la letra en los temas de baile es independiente del propio baile, salvo en las canciones burlescas que unen el baile a la narración.
La canción asturiana es fundamentalmente lírica. La épica que no incluimos es importada de Castilla y aunque es un hecho importante que gracias a Asturias se hayan conservado viejos romances olvidados en Castilla y canciones paralelísticas medievales, no pertenece todo ello al alma asturiana y sí a la tendencia receptiva y de conservación, constante asturiana.
El alma asturiana vibra con toda su autenticidad en la canción cantada a solo. Con una economía de medios notable, musicalmente hablando, el cantor crea una canción lenta, serena y alegre. Sobre un tema cualquiera la recreación humana es personal, directa. Un fácil planteamiento conduce al centro de la trama, que singulariza el cantor con sus medios vocales hasta los melismas más personales. La canción se resuelve en el ensueño, en la sonrisa o en la ironía. Nunca en una tristeza sin salida.
Asturias es una idea plural y su canción, también. Y como aquella, la canción sueña, ríe o siente, en una fuerte serenidad arcaica.
En sus ilustraciones Adán Ferrer singulariza algunos ambientes de aquella hermosa tierra.